Sixto Palavecino
El 31 de marzo del año 1915, el monte santiagueño de la localidad de Barrancas, inserta en el departamento Salavina de la provincia madre de la República Argentina, escuchó el grito de un gauchito que nacía en un rancho de sus entrañas, con el que la familia Palavecino sumaba al fogón el tercer hijo varón, había nacido Sixto Palavecino, el "qari" que dedicaría su vida a la defensa del idioma quichua de sus ancestros, el que la difundiría a través de la poesía y la música y en toda la dimensión cultural. En la distribución familiar de las tareas campestres, a Sixto le hubo de tocar el cuidado de las majadas, que a horas tempranas de cada día partían desde los corrales hacia los lejanos pastizales, lugar donde permanecían hasta la caída del sol, horas en que retomaban la senda de regreso, no sin antes pasar por los pozos donde se baldeaba el brebaje.
En aquellos pastizales, el tiempo parecía viajar en una pesada carreta. El niño miraba a ratos el sol para orientarse del horario de regreso, mientras rondaba a su majada para evitar el dispersamiento y los posibles ataques del "daño", ellos son los carnívoros como el puma o el zorro que acechaban al tierno cordero desde la espesura del monte.
Cada ronda era así como la ubre que amamantaba al niño en su sapiencia campesina, que sin saberlo se preparaba para la gran misión difusora de todas esas cosas nuestras ante el gran público que lo admiraría.
El bosque encontró en él al investigador de sus esencias ocultas y la fauna se vio descubierta y estudiada en sus costumbres, vivencias éstas que en su justo momento valieron para cazarla con total prescindencia de armas, terreno en que se debaten la astucia del bicho con la inteligencia del hombre, y más tarde para elevarla en graciosa comparación con las conductas del hombre, tarea que solo pueden concretarla aquellos que observan con profundidad y que cuentan con la suficiente imaginación para ensamblarlas armónicamente en el escaso espacio de una estrofa.
De allí es que la conversación de Don Sixto es rica y subyugante cuando narra las picardías del zorro o del "champi", las estrategias de la iguana para hacerse del panal, las del gavilán para vulnerar el caparazón del "pichi", los hábitos de las "ñanarcaj" ataja caminos, de la lechuza o el gato montés, para dar algunos ejemplos. Fue en esas largas horas en que la sangre-música de los Palavecino, comenzó a hacer sentir en el niño que había llegado el momento de recurrir al instrumento. Estas ansias no se concretaban por la férrea oposición de su madre que no veía en los músicos la mejor ocupación y por ello lo privaba de acudir a los instrumentos de la casa. Esta actitud no hizo claudicar las inquietudes del "karisitu" –pastor- que flanquearía el obstáculo recurriendo a su habilidad artesanal.
Comenzó con aquellas viejas maderas de una mesa en desuso a moldear, con su inseparable facón, el violín que lo iniciaría en la música.
Aquel rústico violín que durante el día sorprendiera a los habitantes nativos del monte, quienes de pronto "escucharon" modificarse a su paisaje, y en el transcurso de la noche, formaba parte de los misterios, escondido en el hueco de un quebracho blanco que le serviría de estuche.
En esos escenarios montaraces, donde el rebaño pastaba bajo su cuidado, hubo de nacer el actual "violinisto-sachero", tal como se bautizara el protagonista para diferenciarse respetuosamente del músico académico. Una noche el violín y su dueño visitaron la casa materna. La cena concluyó y faltó coraje en el niño para presentar en familia su talento desconocido y su violín no aceptado. Sobreponiéndose a sus temores y apaciguando sus angustias, decidió enfrentar el momento, sorprendiendo a sus mayores con el acorde de una chacarera.
El talento pudo mas que la oposición, y es así como se impuso a las adversidades que, como por arte de magia, se rindieron al alumno del monte, quien traía en sus encantos la herencia otorgada a las generaciones posteriores por San Francisco Solano en su paso por Santiago. Es así como tuvo aceptación el músico y fue admirado el artesano.
A partir de allí, las veladas lugareñas danzaban al ritmo del violín del artista de 10 años.
El tiempo lo fue perfeccionando y la pluma comenzó a graficar sus sentimientos con la ayuda de numerosos músicos , como ser el autodidacta y compositor santiagueño Oscar Segundo Carrizo como llajtaymanta lloserani, y medio retobao, entre otros tantos , don Sixto que a la fecha suman más de trescientos temas.
El monte santiagueño encontró el descriptor y los animales se vieron desnudados en su astucia. Las obreras de la miel de palo parece que le regalaron un panal a su espíritu, a juzgar por la dulzura de sus temas e interpretaciones.
La precisión del afinado hizo pensar a muchos en pactos salamanqueros, a punto que Fabio Zerpa en la revista "Cuarta Dimensión" lo reporteó sobre estas presunciones. Otros, como el escritor Emilio Breda, lo consideran egresado de la "Universidad del Monte"; pero lo cierto es que Don Sixto es un autodidacta de la música, un enamorado de los instrumentos; y es ese gran amor el que lo dota de la suficiente voluntad para perfeccionarse diariamente, innovando conocimientos y repertorios.
Además del violín, ejecuta bandoneón, guitarra y bombo. Es oportuno mencionar que Don Sixto es exclusivo en cantar en dúo con su violín, virtud que ha sido ponderada por grandes ejecutantes de estos instrumentos. El año 1941 lo encuentra viviendo en Villa Salavina, distante 25 kilómetros de la localidad que lo vio nacer, constituido en matrimonio con Doña Argelia del Carmen Monte, quien le brindó un varón y dos niñas que desde temprana edad lo acompañaron en la conformación del conjunto "Sixto Palavecino y sus hijos", el conjunto más duradero de los formados por el mismo, con el cual ha de recorrer el país, representando a nuestra provincia y en los principales escenarios y medios de difusión como: el Estadio del Luna Park, el programa de televisión de Mancera, "Sábados Circulares", el programa radial de la otrora Chela Jordán de la recordada Radio Libertad y otros tantos de idéntica jerarquía que iban cimentando su personalidad en el folclore y haciendo cada vez más sólido su norte, la defensa de la lengua y la cultura quichua.
Con este conjunto, Don Sixto grabaría, en el sello RCA-Víctor, su primer doble duración para orgullo de los santiagueños, ya que para esa época no eran muchos los representantes que alcanzaban esta distinción, lo cual lo lanzaba al mercado nacional. Sixto ingresa aquí al campo profesional de la música y hasta 1969 ha de grabar tres dobles, reeditados por el éxito de la venta, convertidos ese año en un larga duración. Hoy se sigue escuchando ese picaresco gatito "Agrede soy rizongón", tema que lo popularizó en esa época.
Las naturales obligaciones de sus hijos desvanecen la actividad del conjunto. Don Sixto se aferra a su violín -hasta este momento dirigía él mismo y ejecutaba el bandoneón- lanzándose como solista.
La mayoría de sus temas serían una mixtura de "castilla y quichua", "overitos" como él los llama, método tendiente a facilitar al público la interpretación de las letras y sin duda, para ir acostumbrando a los oídos a escuchar la lengua desterrada y oficialmente prohibida, en estos momentos de la historia. Al pregonero del quichua y su cultura no le basta la actividad que desarrollaba hasta el momento. Su espíritu inquieto le indicaba que debía procurar un espectro de difusión más amplio, pero la razón le advertía el duro camino a recorrer.
Es que la realidad puntualmente le demostraba en hechos los grandes escollos a superar. Para entonces el Quichua se encontraba en vías de extinción; el hablante sufría, ocultaba su lengua a consecuencia de la nefasta prohibición gubernamental, que se extendía a la totalidad de las escuelas provinciales como también a las dependientes de la Nación. El puntero bajaba autoritario sobre el niño-quichua obligándolo a sustituir su idioma de origen por el castellano y el sermón diario del maestro le iba haciendo sepultar su lengua al punto de crearle la sensación de vergüenza y de subdesarrollo. El mismo Sixto dirá, en una chacarera doble, en valiente testimonio de la censura "Avergonzado vivía" para declarar, ya en el éxito de reivindicación, quizás documentando la concientización popular, "Que cante en Quichua, me dicen".
Así las cosas planteadas escuetamente, corría el año 1969 cuando Don Sixto se apersona en la vieja emisora Radio del Norte de Santiago del Estero –L.V. 11- ante el Director interino Don Alberto Pérez (Huesito), a quien le expresara el alcance de sus deseos: pedía una audición quichua para la difusión del idioma y de la cultura quichua; quería llegar a sus hermanos quichuahablantes e indicarles el camino de la reivindicación; deseaba fervientemente transmitir su propio orgullo a través de la onda radial y propagar desde la cuna al país este verdadero sentimiento de identidad nacional.
Don Alberto Pérez entendió el propósito y en valerosa y patriótica decisión autorizó la iniciación de la misma que a la fecha ha cumplido sus 26 años de audiciones ininterrumpidas. Y es por esto, que en pleno reconocimiento de Don Sixto Palavecino, el ciclo 1991 llevó el nombre del ex-director a quien además se le hizo entrega de un pergamino de reconocimiento en claro testimonio a aquella histórica decisión asumida.
Fue distinguido unos dias antes de su deceso con el título Doctor honoris causa por la Universidad Nacional de Rosario, la más alta distinción académica que es otorgada a quienes que con empeño y dedicación a largo de toda una vida contribuyen a la cultura, la ciencia, las artes y letras, etc. El Dr. Sixto Palavecino, sencillo y humilde, en su última aparición pública y movilizado en una silla de ruedas, le dijo a un grupo de periodistas: “Miren a lo que llegó el sacherito santiagueño, ahora dicen que soy doctor honoris causa”.
Hoy el quichua ocupa el nivel que soñaron sus defensores tales como Don Sixto; el Profesor Domingo Bravo; los poetas Vicente Salto y Felipe Corpos y todos aquellos identificados con estas raíces. Tras una breve dolencia falleció en su Santiago del Estero natal un 24 de abril de 2009 a los 94 años.
Últimos días
El estado de salud del poeta, músico y cantor no era el mejor. Hacía varias semanas que estaba internado en un instituto privado, en el cual se lo atendía por sus problemas cardíacos.
El artista estaba con asistencia respiratoria mecánica, internado en el área de Terapia Intensiva del Instituto Cardiológico en estado delicado y con pronóstico reservado. Hace pocos días había sido sometido a una cirugía en la que se le colocó un stent debido a dificultades cardiológicas que afectaban su salud. Tras ello, una dolencia pulmonar complicó nuevamente su estado, el cual se había tornado irreversible en las primeras horas de esta jornada.
En el que fue el último parte médico de la salud de Don Sixto, el Dr. Luis Orellana había explicado el desmejoramiento progresivo que la salud del quichuista evidenció en las últimas 24 horas. A pesar de la asistencia respiratoria, los órganos del artista dejaron de funcionar y habían tornado irreversible el estado de salud.
La inesperada noticia se conoció el viernes 24 de abril de 2009 al mediodía. Sixto no pudo reponerse y falleció cerca de las 18 horas.
Con el Paisano Montiel visita nuestros otros sitios www.larinconadapampa.blogspot.com www.paisanomontiel.blogspot.com
lunes, 18 de julio de 2011
ZAMBA QUIPILDOR
La Revista Destellos le dedica un lugar importante a Zamba Quipildor.
_____________________________________________________
--BIOGRAFÍA--
En 1969, en Salta, tenía una carnicería. Iba por la mañana en motocarga y vendía carne a las peñas. Y en esas mismas peñas actuaba por la noche.
Las naturales aptitudes para el canto que acompañaron desde muy joven a Zamba Quipildor, lo impulsaron en 1969 a iniciarse profesionalmente. Fue entonces cuando se radicó en Buenos Aires y empezó a configurarse un nombre respetable en el folklore nacional. Una época prolífica, en que se sucedieron actuaciones continuas en todos los medios y cuando comenzó a forjar un público propio que se identifica con su personal estilo.
A los 27 años, en la Peña Los Gauchos de Güemes lo escuchó el doctor Carlos Mandri, un alto ejecutivo de una empresa de autos alemanes. Luego de su actuación le ofreció llevarlo a Buenos Aires.
Se presentó en varios locales. Después fue al Festival de Piriápolis, en Uruguay. Ahí ganó tres premios. Posteriormente sacó su primer larga duración.
Inmediatamente, el centro de la República Argentina escucha su voz. Cosquín albergó a un Quipildor munido de sueños, y por supuesto, de su guitarra. Y el enero serrano cordobés, comparte la altura que van cobrando sus primeras canciones.
Es allí cuando bagualas, zambas, chacareras, gatos y escondidos, todos de su producción, invaden el pensamiento folklórico, que coincidentemente vive una interesante euforia nativa. Y a todo ese buen folklore, naturalmente, hoy podemos recordarlo, sólo con la tarea de recurrir a diarios y revistas de la época.
A partir de 1972 Zamba Quipildor es aplaudido por las palmas de otras latitudes: Madrid, Sevilla, París, Roma, Milán, Venecia, Nápoles, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, etc. El fervor es notable, y no es la última vez que ocurre.
En 1974 actuó frente a las cámaras de la televisión alemana, en oportunidad de realizarese el Campeonato Mundial de Fútbol. También, en otra destacada labor, cantó "La Misa Criolla" junto a Ariel Ramírez y el Coro Madrigalista de Bucarest.
Desde su triunfo en Italia (1974) como solista, ha cosechado los halagos del éxito, pues además pues de abarcar el paisaje latinoamericano con su voz, tiene la piel de América.
Como cantante solista Zamba Quipildor lleva registrados numerosos discos de larga duración para beneplácito de sus admiradores de Argentina y del mundo.
--MISA CRIOLLA--
La baguala es el canto por antonomaia de las provincia del noroeste de la Argentina y, a través de sus coplas, hombre y mujeres de la región expresan la más extensa gama de sentimientos, deseos y opiniones que involucran a la vida toda. Zamba Quipildor nació y siendo él, muy pequeño, sus padres se trasladaron a la provincia de Salta, donde creció entre bagualeros.
Pertenece a una familia campesina y fue en especial su padre, cantor de raza, quien le transmitió la profunda sabiduría que requiere la auténtica expresión de la canción popular tradicional.
Sus condiciones naturales para el canto lo impulsan en 1969 a iniciar una carrera profesional y se radica en Buenos Aires, dando lugar a una serie de actuaciones jalonada de éxitos y reconocimientos.
En 1974 Ariel Ramírez lo escucha por primera vez y lo incorpora como solista para su Misa Criolla, originalmente escrita para dos voces, dado que Zamba Quipildor podría interpretarla en virtud de su peculiar tono de voz y amplio registro.
El debut se produce al año siguiente en el Festival Internacional de Música de Sorrento, y sigue una extensa gira recorriendo varias ciudades de Italia con el Coro Madrigalista de Bucarest, culmina con una memorable presentación en la Basílica de Santa Sabina de Roma, ante 2000 espectadores. Desde entonces se ha presentado en distintos escenarios del mundo; en Alemania, Francia, España: de dicho país en Barcelona (en el Palau de la Música Catalana) y en Madrid en los Teatros de la Zarzuela, el Español, Nuevo Apolo y otros; en la U.R.S.S., en el Teatro Bolshoi de Moscú y continúa la gira, por Leningrado, Kiev, Yalta, Rosov, Riga, etc.
Israel (Sala Tomas Mann de Tel Aviv), Estados Unidos en Avery Fisher may y Cameggie may de Nueva Cork. Asimismo goza en su país de una amplia popularidad y en el que ha tenido la suerte de vivir muchos momentos emocionantes, pero uno se destacó y fue el día de la presentación en el Coliseo Mayor de Argentina, el Teatro Colón de Buenos Aires.
En 1991, después de muchos años de interpretarla en vivo, logra concretar otro anhelo deseo, y graba para una empresa franco-argentina “Misa Criolla.
Se lo reconoce como un cantor popular de excepcionales dotes, que ha logrado interpretar la música vocal de las variadas regiones de su país, sin alterar su particular colorido.
_____________________________________________________
--BIOGRAFÍA--
En 1969, en Salta, tenía una carnicería. Iba por la mañana en motocarga y vendía carne a las peñas. Y en esas mismas peñas actuaba por la noche.
Las naturales aptitudes para el canto que acompañaron desde muy joven a Zamba Quipildor, lo impulsaron en 1969 a iniciarse profesionalmente. Fue entonces cuando se radicó en Buenos Aires y empezó a configurarse un nombre respetable en el folklore nacional. Una época prolífica, en que se sucedieron actuaciones continuas en todos los medios y cuando comenzó a forjar un público propio que se identifica con su personal estilo.
A los 27 años, en la Peña Los Gauchos de Güemes lo escuchó el doctor Carlos Mandri, un alto ejecutivo de una empresa de autos alemanes. Luego de su actuación le ofreció llevarlo a Buenos Aires.
Se presentó en varios locales. Después fue al Festival de Piriápolis, en Uruguay. Ahí ganó tres premios. Posteriormente sacó su primer larga duración.
Inmediatamente, el centro de la República Argentina escucha su voz. Cosquín albergó a un Quipildor munido de sueños, y por supuesto, de su guitarra. Y el enero serrano cordobés, comparte la altura que van cobrando sus primeras canciones.
Es allí cuando bagualas, zambas, chacareras, gatos y escondidos, todos de su producción, invaden el pensamiento folklórico, que coincidentemente vive una interesante euforia nativa. Y a todo ese buen folklore, naturalmente, hoy podemos recordarlo, sólo con la tarea de recurrir a diarios y revistas de la época.
A partir de 1972 Zamba Quipildor es aplaudido por las palmas de otras latitudes: Madrid, Sevilla, París, Roma, Milán, Venecia, Nápoles, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, etc. El fervor es notable, y no es la última vez que ocurre.
En 1974 actuó frente a las cámaras de la televisión alemana, en oportunidad de realizarese el Campeonato Mundial de Fútbol. También, en otra destacada labor, cantó "La Misa Criolla" junto a Ariel Ramírez y el Coro Madrigalista de Bucarest.
Desde su triunfo en Italia (1974) como solista, ha cosechado los halagos del éxito, pues además pues de abarcar el paisaje latinoamericano con su voz, tiene la piel de América.
Como cantante solista Zamba Quipildor lleva registrados numerosos discos de larga duración para beneplácito de sus admiradores de Argentina y del mundo.
--MISA CRIOLLA--
La baguala es el canto por antonomaia de las provincia del noroeste de la Argentina y, a través de sus coplas, hombre y mujeres de la región expresan la más extensa gama de sentimientos, deseos y opiniones que involucran a la vida toda. Zamba Quipildor nació y siendo él, muy pequeño, sus padres se trasladaron a la provincia de Salta, donde creció entre bagualeros.
Pertenece a una familia campesina y fue en especial su padre, cantor de raza, quien le transmitió la profunda sabiduría que requiere la auténtica expresión de la canción popular tradicional.
Sus condiciones naturales para el canto lo impulsan en 1969 a iniciar una carrera profesional y se radica en Buenos Aires, dando lugar a una serie de actuaciones jalonada de éxitos y reconocimientos.
En 1974 Ariel Ramírez lo escucha por primera vez y lo incorpora como solista para su Misa Criolla, originalmente escrita para dos voces, dado que Zamba Quipildor podría interpretarla en virtud de su peculiar tono de voz y amplio registro.
El debut se produce al año siguiente en el Festival Internacional de Música de Sorrento, y sigue una extensa gira recorriendo varias ciudades de Italia con el Coro Madrigalista de Bucarest, culmina con una memorable presentación en la Basílica de Santa Sabina de Roma, ante 2000 espectadores. Desde entonces se ha presentado en distintos escenarios del mundo; en Alemania, Francia, España: de dicho país en Barcelona (en el Palau de la Música Catalana) y en Madrid en los Teatros de la Zarzuela, el Español, Nuevo Apolo y otros; en la U.R.S.S., en el Teatro Bolshoi de Moscú y continúa la gira, por Leningrado, Kiev, Yalta, Rosov, Riga, etc.
Israel (Sala Tomas Mann de Tel Aviv), Estados Unidos en Avery Fisher may y Cameggie may de Nueva Cork. Asimismo goza en su país de una amplia popularidad y en el que ha tenido la suerte de vivir muchos momentos emocionantes, pero uno se destacó y fue el día de la presentación en el Coliseo Mayor de Argentina, el Teatro Colón de Buenos Aires.
En 1991, después de muchos años de interpretarla en vivo, logra concretar otro anhelo deseo, y graba para una empresa franco-argentina “Misa Criolla.
Se lo reconoce como un cantor popular de excepcionales dotes, que ha logrado interpretar la música vocal de las variadas regiones de su país, sin alterar su particular colorido.
domingo, 17 de julio de 2011
ALBERTO MERLO (FELIZ DIA A TODOS LOS PAYADORES )
El payador
Se lo define academicamente como cantor repentista. Algunos historiadores creen que su nombre deriva del “payo”, la denominación con la que se conoce a los campesinos españoles de donde se cree proviene esta particular expresión artistica. Se considera también que su origen puntual pudo surgir a partir de ls Trovadores de Provenza, quienes gustaban entablar polémicas en versos . En España, los juglares, fueron los primeros cronistas de la historia, a veces magnificando hechos reales originados, generalmente gestas heróicas de esos tiempos. De alli se cree que proviene y que mas tarde llegó a America donde adquirió la formas propias de nuestra música
Este género es muy popular en toda la America de habla hispana , especialmente en Uruguay, Argentina, Chile y Cuba, pero tambíen se conocen payadores de Brasil que adiheren a las formas artísticas de sus pares de los paises mencionados
El payador posee una virtud instranferible e innata y suele ser dueño de reflexiones casi filosóficas en el breve instante en que su pensamiento se las dicta.
Se conoce como Payada el dialogo repentista -sin nada previamente escrito-, de dos o más personas. Estas tambíen pueden ser de contrapunto: realizandose preguntas sobre temas diversos entre los contrincantes de los cuales uno resulta ganador.
En Argentina y Uruguay se celebra el 23 de julio como Dia del Payador por haberse realizado en esa fecha,en Montevideo la payada entre Juan Nava y Gabino Ezeiza en el año 1884.
Aquí, Santos Vega, fue el mas legendario de todos los payadores. Hijo de padres andaluces que llegaron de Cádiz en 1770. Transitó la llanura pampeana improvisando y midiendose con los créditos de cada lugar. Con el tiempo se convirtió en el prototipo del payador, luego la fantasia literaria le dio a su existencia un tinte mitológico. Se cuenta que perdió su ultima payada con Gualberto Godoy, a quien por ser autor de tal proéza, se indicó como una personificación de El Diablo. Hilario Ascasubi, Rafael Obligado y Bartolomé Mitre realizaron obras literarias con este personaje. Lo cierto fue que Godoy tuvo exiastencia real, había nacido en Mendoza,fue polí tico y periodista de tendencia unitaria y se desempeño como enviado diplomatico a Chile.
Varios ritmos son empleados para realizar las payadas: La sextina o sextilla apareada, cuarteta, valsesitos criollos, alejandrino, cifra, estilo, cielito, vidalita, habanera, pero la forma más usada es la décima octosilábica.
HORACIO ORTIZ
Informe especial para RAÍCES ARGENTINAS
Se lo define academicamente como cantor repentista. Algunos historiadores creen que su nombre deriva del “payo”, la denominación con la que se conoce a los campesinos españoles de donde se cree proviene esta particular expresión artistica. Se considera también que su origen puntual pudo surgir a partir de ls Trovadores de Provenza, quienes gustaban entablar polémicas en versos . En España, los juglares, fueron los primeros cronistas de la historia, a veces magnificando hechos reales originados, generalmente gestas heróicas de esos tiempos. De alli se cree que proviene y que mas tarde llegó a America donde adquirió la formas propias de nuestra música
Este género es muy popular en toda la America de habla hispana , especialmente en Uruguay, Argentina, Chile y Cuba, pero tambíen se conocen payadores de Brasil que adiheren a las formas artísticas de sus pares de los paises mencionados
El payador posee una virtud instranferible e innata y suele ser dueño de reflexiones casi filosóficas en el breve instante en que su pensamiento se las dicta.
Se conoce como Payada el dialogo repentista -sin nada previamente escrito-, de dos o más personas. Estas tambíen pueden ser de contrapunto: realizandose preguntas sobre temas diversos entre los contrincantes de los cuales uno resulta ganador.
En Argentina y Uruguay se celebra el 23 de julio como Dia del Payador por haberse realizado en esa fecha,en Montevideo la payada entre Juan Nava y Gabino Ezeiza en el año 1884.
Aquí, Santos Vega, fue el mas legendario de todos los payadores. Hijo de padres andaluces que llegaron de Cádiz en 1770. Transitó la llanura pampeana improvisando y midiendose con los créditos de cada lugar. Con el tiempo se convirtió en el prototipo del payador, luego la fantasia literaria le dio a su existencia un tinte mitológico. Se cuenta que perdió su ultima payada con Gualberto Godoy, a quien por ser autor de tal proéza, se indicó como una personificación de El Diablo. Hilario Ascasubi, Rafael Obligado y Bartolomé Mitre realizaron obras literarias con este personaje. Lo cierto fue que Godoy tuvo exiastencia real, había nacido en Mendoza,fue polí tico y periodista de tendencia unitaria y se desempeño como enviado diplomatico a Chile.
Varios ritmos son empleados para realizar las payadas: La sextina o sextilla apareada, cuarteta, valsesitos criollos, alejandrino, cifra, estilo, cielito, vidalita, habanera, pero la forma más usada es la décima octosilábica.
HORACIO ORTIZ
Informe especial para RAÍCES ARGENTINAS
ANTONIO TORMO (EL CANTOR DE LAS COSAS NUESTRAS)
20 y 20: Tributo a un grande de la canción popular: Antonio Tormo.
El rancho ‘e la Cambicha.
.
Dice Armando Tejada Gómez, el recordado poeta mendocino: A los cabecitas… nos decían también “veinte y veinte”, porque cuando estalló Tormo habían puesto en los boliches las máquinas de discos con monedas y los gallegos decían que íbamos a poner “veinte pa’ la pizza y veinte pa’Tormo.
Y efectivamente así era: en 1950, cuando Antonio Tormo grabó El rancho ‘e la Cambicha, el disco se vendió por millones. Cinco millones de copias. Nunca antes, y muy pocas veces después, un cantor popular habría de recibir el fervor popular en número tan elevado. Millones de discos, para la época en que había muy pocos reproductores de discos 78 rpm en propiedad individual, obliga a aceptar la idea de que en todas las casas en la que había un tocadiscos, había una copia de “El rancho ‘e la Cambicha.”
Antonio Tormo nació en Mendoza, en Maipú, en un barrio de trabajadores de la bodega Giol, el 18 de setiembre de 1913. Sus padres se radicaron en San Juan a los pocos años de nacer Antonio. Así, será cantor de Cuyo, pero su mote habría de ser: “El cantor de las cosas nuestras.” El lector podrá encontrar la biografía artística de este cantor popular en su página: Antonio Tormo.
Cuando en el 55 es derrocado Perón, Antonio Tormo es prohibido por el gobierno militar. ¿La causa? Está escrito en la propia página web del cantor que “fue silenciado por cargar con la culpa de su enorme popularidad.” Nada más exacto: Antonio Tormo era, en la música popular de entonces, el representante de un tipo humano bien determinado: el hombre sencillo de provincias; un tipo humano que fue el substracto de toda la acción del gobierno peronista; un tipo humano que fue (y en mucha medida sigue siendo aún) el objeto de un estúpido racismo nacido de un clasismo a ultranza. Los cabecitas entonces, o quienes fuimos los hijos de los cabecitas después, sentíamos a Antonio Tormo como a uno de los nuestros. Fue silenciado, pero nunca fue olvidado. Así que, como tantas otras cigarras de nuestra música popular, surgió de la tierra una y otra vez, para cantar. Para cantar “las cosas nuestras”. Falleció el 15 de noviembre de 2003, a los noventa años de su edad.
Cita la nota necrológica que en su momento le dedicó Clarin estas palabras del cantor.
“En algún momento se me conoció como El cantor de los cabecitas negras porque venía desde el interior a Buenos Aires, como tantos millones de argentinos que emigraron de sus provincias para trabajar. Siempre me alegré de que me llamaran así —aseguró el año pasado—. Cuando en 1997 León Gieco me ofreció hacer un disco después de casi 13 años en los que no grababa, quise llamarlo 20 y 20 porque siempre sentí que los cabecitas tenían 20 centavos para una porción de pizza y otros 20 para escuchar una canción mía en una máquina de la época”.
Fuente: Clarin.
Por supuesto que El Huérfano, Mis Harapos, La canción del linyera o la yupanquiana Los ejes de mi carreta, algunos de sus más grandes éxitos de aquellos años, ya no gozarán del fervor popular. Las letras de tales canciones son hoy anacrónicas. Pero el festivo rasguido doble El rancho ‘e la Cambicha sobrevivirá por siempre como una de las grandes creaciones del cancionero popular argentino. Hace algunos años la grabó Teresa Parodi y su versión es, también, excelente.
Antonio Tormo, pues, y El rancho ‘e la Cambicha.
El rancho ‘e la Cambicha.
.
Dice Armando Tejada Gómez, el recordado poeta mendocino: A los cabecitas… nos decían también “veinte y veinte”, porque cuando estalló Tormo habían puesto en los boliches las máquinas de discos con monedas y los gallegos decían que íbamos a poner “veinte pa’ la pizza y veinte pa’Tormo.
Y efectivamente así era: en 1950, cuando Antonio Tormo grabó El rancho ‘e la Cambicha, el disco se vendió por millones. Cinco millones de copias. Nunca antes, y muy pocas veces después, un cantor popular habría de recibir el fervor popular en número tan elevado. Millones de discos, para la época en que había muy pocos reproductores de discos 78 rpm en propiedad individual, obliga a aceptar la idea de que en todas las casas en la que había un tocadiscos, había una copia de “El rancho ‘e la Cambicha.”
Antonio Tormo nació en Mendoza, en Maipú, en un barrio de trabajadores de la bodega Giol, el 18 de setiembre de 1913. Sus padres se radicaron en San Juan a los pocos años de nacer Antonio. Así, será cantor de Cuyo, pero su mote habría de ser: “El cantor de las cosas nuestras.” El lector podrá encontrar la biografía artística de este cantor popular en su página: Antonio Tormo.
Cuando en el 55 es derrocado Perón, Antonio Tormo es prohibido por el gobierno militar. ¿La causa? Está escrito en la propia página web del cantor que “fue silenciado por cargar con la culpa de su enorme popularidad.” Nada más exacto: Antonio Tormo era, en la música popular de entonces, el representante de un tipo humano bien determinado: el hombre sencillo de provincias; un tipo humano que fue el substracto de toda la acción del gobierno peronista; un tipo humano que fue (y en mucha medida sigue siendo aún) el objeto de un estúpido racismo nacido de un clasismo a ultranza. Los cabecitas entonces, o quienes fuimos los hijos de los cabecitas después, sentíamos a Antonio Tormo como a uno de los nuestros. Fue silenciado, pero nunca fue olvidado. Así que, como tantas otras cigarras de nuestra música popular, surgió de la tierra una y otra vez, para cantar. Para cantar “las cosas nuestras”. Falleció el 15 de noviembre de 2003, a los noventa años de su edad.
Cita la nota necrológica que en su momento le dedicó Clarin estas palabras del cantor.
“En algún momento se me conoció como El cantor de los cabecitas negras porque venía desde el interior a Buenos Aires, como tantos millones de argentinos que emigraron de sus provincias para trabajar. Siempre me alegré de que me llamaran así —aseguró el año pasado—. Cuando en 1997 León Gieco me ofreció hacer un disco después de casi 13 años en los que no grababa, quise llamarlo 20 y 20 porque siempre sentí que los cabecitas tenían 20 centavos para una porción de pizza y otros 20 para escuchar una canción mía en una máquina de la época”.
Fuente: Clarin.
Por supuesto que El Huérfano, Mis Harapos, La canción del linyera o la yupanquiana Los ejes de mi carreta, algunos de sus más grandes éxitos de aquellos años, ya no gozarán del fervor popular. Las letras de tales canciones son hoy anacrónicas. Pero el festivo rasguido doble El rancho ‘e la Cambicha sobrevivirá por siempre como una de las grandes creaciones del cancionero popular argentino. Hace algunos años la grabó Teresa Parodi y su versión es, también, excelente.
Antonio Tormo, pues, y El rancho ‘e la Cambicha.
JOSE LARRALDE (EL PAMPA)
José Teodoro Larralde (Huanguelén, Provincia de Buenos Aires, Argentina,
Descendiente de árabes y de vascos, desde muy pequeño, a la pronta edad de 7 años, comenzaría a escribir esos versos de contenido crítico que, a lo largo de su vida, hablarán de oficios, situaciones y personajes que se cruzaron en su camino.
Además de dedicarse a la composición y al canto realizó trabajos de albañil, de mecánico, trabajador rural, tractorista y soldador, y prosiguió trabajando mientras realizó sus primeras grabaciones.
Su irrupción fue fulminante, y mucho tuvo que ver con ello el famoso cantor Jorge Cafrune. Dedicado Larralde a su quehacer artístico, en su pueblo natal, anhelaba conocerlo y, sabiendo que su vecino José Dip tenía trato con él, frecuentemente le pedía que se lo presentara. Una noche de 1966, encontrándose en un asado en casa de su tío Eduardo Saad, José Dip le cumple el deseo tan anhelado, y es así como Larralde le hace conocer a Cafrune algunos temas de su autoría. La aceptación fue inmediata: después de oírlo cantar, Cafrune le pidió a José Dip que al día siguiente llamara a Hernán Figueroa Reyes, director de grabaciones de CBS, porque deseaba incluir algunos temas de los escuchados en su disco en preparación, a la postre editado en 1967, titulado "Jorge Cafrune". Es de esta forma que, pese a algunos contratiempos, "Permiso" y "Sin pique" finalmente estuvieron presentes en el LP.
José Larralde en 1968.
Cafrune volvió a Huanguelén al poco tiempo, ya que tenía que actuar en Girodías, que se encuentra a escasos kilómetros de allí. En esa oportunidad invitó a José Larralde para que lo acompañara. Cafrune interpretó 3 temas y luego presentó a Larralde, quien a partir de ahí se hizo dueño del escenario, con la anuencia de Cafrune, y cantó varios temas, entre ellos "Herencia pa' un hijo gaucho", la cual llegó a oídos de los directivos de la compañía discográfica RCA, que al poco tiempo decidió contratarlo.
En 1967, José Larralde grabó el primero de veintiocho discos editados en la Argentina, sin contar reediciones y compilados.
Descendiente de árabes y de vascos, desde muy pequeño, a la pronta edad de 7 años, comenzaría a escribir esos versos de contenido crítico que, a lo largo de su vida, hablarán de oficios, situaciones y personajes que se cruzaron en su camino.
Además de dedicarse a la composición y al canto realizó trabajos de albañil, de mecánico, trabajador rural, tractorista y soldador, y prosiguió trabajando mientras realizó sus primeras grabaciones.
Su irrupción fue fulminante, y mucho tuvo que ver con ello el famoso cantor Jorge Cafrune. Dedicado Larralde a su quehacer artístico, en su pueblo natal, anhelaba conocerlo y, sabiendo que su vecino José Dip tenía trato con él, frecuentemente le pedía que se lo presentara. Una noche de 1966, encontrándose en un asado en casa de su tío Eduardo Saad, José Dip le cumple el deseo tan anhelado, y es así como Larralde le hace conocer a Cafrune algunos temas de su autoría. La aceptación fue inmediata: después de oírlo cantar, Cafrune le pidió a José Dip que al día siguiente llamara a Hernán Figueroa Reyes, director de grabaciones de CBS, porque deseaba incluir algunos temas de los escuchados en su disco en preparación, a la postre editado en 1967, titulado "Jorge Cafrune". Es de esta forma que, pese a algunos contratiempos, "Permiso" y "Sin pique" finalmente estuvieron presentes en el LP.
José Larralde en 1968.
Cafrune volvió a Huanguelén al poco tiempo, ya que tenía que actuar en Girodías, que se encuentra a escasos kilómetros de allí. En esa oportunidad invitó a José Larralde para que lo acompañara. Cafrune interpretó 3 temas y luego presentó a Larralde, quien a partir de ahí se hizo dueño del escenario, con la anuencia de Cafrune, y cantó varios temas, entre ellos "Herencia pa' un hijo gaucho", la cual llegó a oídos de los directivos de la compañía discográfica RCA, que al poco tiempo decidió contratarlo.
En 1967, José Larralde grabó el primero de veintiocho discos editados en la Argentina, sin contar reediciones y compilados.
sábado, 16 de julio de 2011
EL KAKUY (MITOS Y LEYENDAS )
El Kakuy
Este cucúlido, el Nyctibius griseus cornutus (Vieillot), es un ave de rapiña, nocturna, denominada Kakuy y Túray por los quichuas, Urutaú por los guaraníes, la Vieja y Mae da luna por los brasileños.
Según Alberto Vúletin en “Zoonimia Andina” la pronunciación correcta es cácuy porque es onomatopeya del canto de esta ave de la familia de las Caprimulgidae.
Cuenta la historia que dos hermanos vivían en el monte. La hermana era mala y el hermano era bueno. El le traía frutos silvestres y regalos, pero ella le correspondía con desaires y maldades. Un día él regresó de la selva cansado y hambriento, y pidió a su hermana que le alcanzara un poco de hidromiel. La mala hermana trajo el fresco líquido, pero antes de dárselo lo derramó en su presencia. Lo mismo hizo al siguiente día con la comida. El hermano decidió castigar su maldad. La invitó una tarde a recoger miel de un árbol que estaba en la selva. Fueron allí y el hermano logró que ella trepara a lo más alto de la copa de un quebracho enorme (para algunos era un mistol, para otros un algarrobo). El, que subió por detrás, descendió desgajando el árbol de modo tal que su hermana no pudiera bajar. El muchacho se alejó. Allí quedó la joven, en lo alto, llena de miedo. Cuando llegó la noche, su miedo se convirtió en terror. A medida que pasaban las horas, comenzó a ver, horrorizada, que sus pies se transformaban en garras, sus manos en alas y su cuerpo todo se cubría de plumas. Desde entonces, un pájaro de vuelo aplumado, que sólo sale de noche, estraga el silencio con su grito desgarrador -¡"Turay", "Turay" !- : ¡"Hermano", "Hermano" !.
Otra leyenda (Lehmann-Nitsche) nos habla de que el dios Sol, personificado en un gallardo mancebo, enamora a Urutaú, hermosa doncella. Luego de seducirla se va. Convertido en el astro viajero se instala en el firmamento. Desesperada en su dolor y en su abandono, Urutaú sube a un árbol muy alto, y allí se queda para mirarlo siempre. Cuando el sol desaparece por el horizonte, Urutaú llora con desesperación su ausencia, y lanza gritos desgarradores. Recupera su calma cuando su amado surge nuevamente por el oriente.
El nombre kakuy ha sufrido varias evoluciones, así cacuy, kacuy, etc., nosotros hemos adoptado la utilizada por Bernardo Canal Feijóo en su trabajo Mitos perdidos (1938).
Este cucúlido, el Nyctibius griseus cornutus (Vieillot), es un ave de rapiña, nocturna, denominada Kakuy y Túray por los quichuas, Urutaú por los guaraníes, la Vieja y Mae da luna por los brasileños.
Según Alberto Vúletin en “Zoonimia Andina” la pronunciación correcta es cácuy porque es onomatopeya del canto de esta ave de la familia de las Caprimulgidae.
Cuenta la historia que dos hermanos vivían en el monte. La hermana era mala y el hermano era bueno. El le traía frutos silvestres y regalos, pero ella le correspondía con desaires y maldades. Un día él regresó de la selva cansado y hambriento, y pidió a su hermana que le alcanzara un poco de hidromiel. La mala hermana trajo el fresco líquido, pero antes de dárselo lo derramó en su presencia. Lo mismo hizo al siguiente día con la comida. El hermano decidió castigar su maldad. La invitó una tarde a recoger miel de un árbol que estaba en la selva. Fueron allí y el hermano logró que ella trepara a lo más alto de la copa de un quebracho enorme (para algunos era un mistol, para otros un algarrobo). El, que subió por detrás, descendió desgajando el árbol de modo tal que su hermana no pudiera bajar. El muchacho se alejó. Allí quedó la joven, en lo alto, llena de miedo. Cuando llegó la noche, su miedo se convirtió en terror. A medida que pasaban las horas, comenzó a ver, horrorizada, que sus pies se transformaban en garras, sus manos en alas y su cuerpo todo se cubría de plumas. Desde entonces, un pájaro de vuelo aplumado, que sólo sale de noche, estraga el silencio con su grito desgarrador -¡"Turay", "Turay" !- : ¡"Hermano", "Hermano" !.
Otra leyenda (Lehmann-Nitsche) nos habla de que el dios Sol, personificado en un gallardo mancebo, enamora a Urutaú, hermosa doncella. Luego de seducirla se va. Convertido en el astro viajero se instala en el firmamento. Desesperada en su dolor y en su abandono, Urutaú sube a un árbol muy alto, y allí se queda para mirarlo siempre. Cuando el sol desaparece por el horizonte, Urutaú llora con desesperación su ausencia, y lanza gritos desgarradores. Recupera su calma cuando su amado surge nuevamente por el oriente.
El nombre kakuy ha sufrido varias evoluciones, así cacuy, kacuy, etc., nosotros hemos adoptado la utilizada por Bernardo Canal Feijóo en su trabajo Mitos perdidos (1938).
ZAMBA DE AMOR Y MAR (LETRA)
ZAMBA DE AMOR Y MAR - Zamba
Letra y Musica: Tito Segura
Que no te llegue triste mi cantar
porque le puse una sonrisa a mi guitarra
para llenar de vida y de color
la soledad que va creciendo en tu mirada
mirá que la Luna está partida en la mitad
y sin embargo alumbra igual.
Y sólo por el gusto de cantar
así dejé que el viento inflara mi pañuelo
dueño de mi tiempo y capitán
me encaramé al palo mayor de tanto sueño
vine a caminarte con mi copla y continuar
es largo mi camino y va.
Puedo llorar o sonreir
mi corazón se quedó aquí
mar del amor plata y dolor
con ojos de agua me verás partir.
Recitado
Así como se le habla a una muchacha
así como se quiere a una muchacha
así empecé a quererte Mar del Plata
desde la playa en que bañé mis tardes
hasta la noche en que bebí en vino el alma simple de tus hijos
así contaré de vos y el misterio de ese vino
así le hablaré de vos a otro hermano del camino
aquel que no me espera pero al que encuentro siempre
le diré que...
Cantado
Me fuí por esa costa a caminar
y dibujé mi rostro todo piel de arena
para quedarme un poco y perdurar
y vino el agua y lo mezcló con tanta piedra
terco como siempre por mi verso quedará
la huella de mi corazón.
El nombre de Alfonsina me llegó
para mostrarme el corazón de Mar del Plata
aquella que en la muerte enalteció
todo el amor con que la nombra mi guitarra
crece en el recuerdo y no puedo remediar
un tiempo que me hará volver.
Puedo llorar porque me fuí
hasta mirar dentro de mí
donde un país de eterno amor
será por siempre el que me hará volver.
Letra y Musica: Tito Segura
Que no te llegue triste mi cantar
porque le puse una sonrisa a mi guitarra
para llenar de vida y de color
la soledad que va creciendo en tu mirada
mirá que la Luna está partida en la mitad
y sin embargo alumbra igual.
Y sólo por el gusto de cantar
así dejé que el viento inflara mi pañuelo
dueño de mi tiempo y capitán
me encaramé al palo mayor de tanto sueño
vine a caminarte con mi copla y continuar
es largo mi camino y va.
Puedo llorar o sonreir
mi corazón se quedó aquí
mar del amor plata y dolor
con ojos de agua me verás partir.
Recitado
Así como se le habla a una muchacha
así como se quiere a una muchacha
así empecé a quererte Mar del Plata
desde la playa en que bañé mis tardes
hasta la noche en que bebí en vino el alma simple de tus hijos
así contaré de vos y el misterio de ese vino
así le hablaré de vos a otro hermano del camino
aquel que no me espera pero al que encuentro siempre
le diré que...
Cantado
Me fuí por esa costa a caminar
y dibujé mi rostro todo piel de arena
para quedarme un poco y perdurar
y vino el agua y lo mezcló con tanta piedra
terco como siempre por mi verso quedará
la huella de mi corazón.
El nombre de Alfonsina me llegó
para mostrarme el corazón de Mar del Plata
aquella que en la muerte enalteció
todo el amor con que la nombra mi guitarra
crece en el recuerdo y no puedo remediar
un tiempo que me hará volver.
Puedo llorar porque me fuí
hasta mirar dentro de mí
donde un país de eterno amor
será por siempre el que me hará volver.
HERNAN FIGUEROA REYES
En tiempos en que la patria necesitaba valientes, el gaucho martín se puso a pelear entreverau con su gente Paisano Montiel
Suscribirse a:
Entradas (Atom)