domingo, 21 de agosto de 2011

22 DE AGOSTO DIA MUNDIAL DEL FOLCLORE

¿Qué es el folklore?


En el año 1846, el arqueólogo inglés William John Thoms, acuñó el término ¨folklore¨(folk: pueblo; lore: saber, ciencia), en todas las lenguas modernas.

La empleo por primera vez el 22 de agosto de ese año, en la revista ¨El Ateno¨ de Londres, para designar con ella el ¨saber popular¨, la sabiduría del pueblo no adquirida en las escuelas.

En esa misma ciudad, se fundó en el año 1878, la primera Sociedad Folklórica de carácter científico.

Se conceptúa al folklore, como la ciencia que trata de manifestaciones y creaciones colectivas, producidas en el pueblo y que en él se arraigan.



Tema que abarca: Usos, y costumbres, leyendas y supersticiones, música, danza, canciones, mitos, dichos, refranes, coplas, cantares, etc.

Para que un hecho sea considerado folklórico, debe ajustarse a una serie de condiciones, entre las que se destacan dos de primordial importancia.



1º) Que haya sido producido del pueblo en el anonimato, por el aporte colectivo de la gente;

2º) Que haya arraigado en el pueblo, sufriendo la prueba del tiempo.







Conceptos Generales



Eleonora Luisa Benvenuto



Se distingue como Folklore, a todas las manifestaciones espirituales y materiales que, cultivadas y mantenidas en el seno del pueblo, han llegado hasta hoy, a través de los años como expresiones propias del sentir de la nacionalidad.



Dentro de este concepto general caben denominaciones regionales comúnmente aceptadas. Así se cita como folklore cuyano al que se cultiva en San Juan, Mendoza, San Luis y parte de La Rioja; el folklore pampeano es el distintivo de Buenos Aires, La Pampa y sur de Córdoba y Santa Fe; el folklore norteño agrupa los cantos y danzas originarios de Santiago del Estero, norte de Córdoba y Santa Fe, y parte de Tucumán; el folklore andino o salteño, que involucra los que se cultivan en Salta, Jujuy, La Rioja, norte de Tucumán y Catamarca, existiendo aquí la denominación de folklore calchaquí para designar los motivos locales y, por último, el folklore correntino o guaraní, propio de Corrientes, norte de Entre Ríos, litoral del Chaco y Formosa y Misiones.



El área de influencia de cada folklore regional no está científicamente controlada, ni tampoco las citadas denominaciones obedecen a un ceñido estudio, sino que surgieron espontáneamente para diferenciar la procedencia de ciertos motivos, algunos similares entre sí. Un ejemplo de esto es el Gato, danza de la que se conocen variantes tales como el Gato correntino, el Gato santiagueño, el Gato catamarqueño, etc.



El folklore argentino no es un producto autóctono, es decir que no es la supervivencia de viejas prácticas aborígenes, sino que, en un elevado porcentaje, es resultado de la aclimatación de usos importados, correspondiendo la otra parte a motivos locales, que subsistieron a la conquista, pero que fueron fuertemente influenciados por las modalidades europeas.











Informe e investigación especial



ROBERTO CHIAPPINO



La palabra Folklore o Folclore (aceptada por la R.A.E.) que abrevia de alguna forma al termino “The lore of the people” (saber del pueblo) fue utilizada por primera vez por el Arqueólogo inglés William John Thoms (1803-1885), que con el seudónimo de Ambrose Merton, la publica en la revista londinense “Athenaeum”, el 22 de agosto de 1846. La palabra está compuesta por dos voces inglesas “Folk” (pueblo) y “lore” (saber, ciencia), para definir al saber popular, los conocimientos, usos y costumbres transmitidas de generación en generación, en definitiva lo que se transmite de boca en boca, que trasciende, se incorpora a nuestras costumbres y desconoce toda autoría.



Muchos fueron los términos que intentaron reemplazar a la palabra Folklore, todas buscando castellanizar el termino, “saber del pueblo”, “demosofía”, “tradición”, etc. Ninguno de ellos prosperó. Su consagración oficial se logró con la fundación de la Folk-lore Society (1878).



Según Bruno Jacovella: el Folklore es la Ciencia de la Cultura tradicional del pueblo entero dentro de la sociedad civilizada, concibiendo a esta dividida abstractamente en dos sectores: La sociedad instruida o culta y el pueblo propiamente dicho.



La palabra tradición según la Real Academia Española la define como la “transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas y costumbres transmitidas de generación en generación.



Para Ricardo Rojas (Eurindia) La tradición es la memoria colectiva de un pueblo y como tal llega a ser fundamento precioso de la nacionalidad. Ella contiene lo que cada generación trasmite a la siguiente, de donde le viene su nombre, pero ella no es tan sólo el pasado, según suele creerse, sino la razón del presente y fuente del porvenir” .



Para que un hecho reúna la esencia de lo folklórico debe cumplir con ser popular, tradicional, colectivo, funcional, empírico y los rasgos implícitos en los anteriores o que contemplan esta caracterización son: oralidad, anonimato, localización y transvasamiento.



Los hechos y fenómenos tradicionales del pueblo se manifiestan en diversos aspectos: Materiales: como son la vivienda, la vestimenta, la comida, los instrumentos musicales, etc.



Espirituales: como la música, la danza, los cuentos, leyendas, supersticiones, refranes, creencias, etc.



También hay que tener en cuenta las manifestaciones sociales, religiosas y estéticas.



En los últimos tiempos se ha discutido mucho sobre cuándo un hecho es folklórico o no.



Podemos clasificar estas características en:



Folklore tradicional: es toda manifestación realizada en el hábitad o lugar donde se genera el hecho.



Folklore de proyección: es cuando el hecho se traslada de su lugar de origen a un escenario o a otra región o un medio de comunicación. La falta de elementos regionales, vinculo orgánico y vital, la ausencia de motivaciones o de la circunstancia especial vivida en el momento por los músicos, bailarines, etc. Nos muestra que estamos en presencia de una proyección folklórica.



Folklore estilizado: las culturas precolombinas dibujaban un rombo u otras figuras geométricas en las pinturas rupestres, hoy interpretamos que podría se la representación de una pluma, conservando la esencia de lo que querían comunicar. Cuando el hecho es deformado o enriquecido pero conserva el mensaje, estamos frente a un folklore estilizado.





El Folclore



Reflexiones

Profesor: Diego García



Analicemos; Whilliams Thoms, inglés recolector de antigüedades, creó esta designación juntando dos voces sajonas: "folk"=pueblo, "lore"=sabiduría. "Sabiduría popular", "sabiduría del pueblo". No es poca cosa amigos.



Sabiduría del pueblo nacida sin ser dirigida, sin ser programada; nacida por ser "necesaria", fluyendo de la intercomunicación del hombre e imprimiendo profundos sentimientos de pertenencia e identificación.



Para ahondar en estos comportamientos culturales existe una metodología de investigación, un marco teórico; existe, por lo tanto, la ciencia del Folclore o la folclorología.











Podemos decir que el folclore es una puerta hacia el tiempo, un espacio sin edad, una historia que cantada y contada por la gente, va de cabeza en cabeza, de pierna en pierna, de corazón en corazón, y de lugar en lugar, haciéndose en cada instancia, nueva.



Podemos decir, también, que es un ojo invisible que ve, que observa acumulando, guardando.



A esta puerta temporal podemos ingresar desde el ahora, desde el sitio y el tiempo en que estemos, pues, aunque viene de allá atrás, desde el fondo del Hombre y de los años, en él se encuentra el "hoy", el "aquí".



Es ayer y niñez. Siempre está naciendo; no conoce la muerte, no cree en la muerte. Es experiencia y adolescencia, porque es un pasado que atravesado por el presente adquiere nueva significación. La adolescencia puede resignificar al abuelo cultural, por estar conociéndolo desde su lugar, desde su "aquí"; lo está comenzando a amar a través del conocimiento-sentido y del saber que existe y que puede comunicarse con él de igual a igual.



El tiempo ha transcurrido, el medio geográfico, histórico, social, etc., se ha transformado. El adolescente mira a los ojos del abuelo y le habla con sus palabras, con las que él más siente y más entiende.



Es comienzo y adultez. Su dinamismo -que es la vida- le confiere el más hermoso misterio al momento de madurar, cuando ha recorrido ya un tiempo y un camino, se choca con un niño que lo mira distinto y lo hace nacer nuevamente.



Este niño, que lo toma y lo carga en su mochila, le hace recorrer otro tiempo y otro camino. Ha nacido otra vez; otro es el tiempo, otro es el paisaje, hay un nuevo sentimiento, una nueva sonrisa, otra lágrima. Ha desafiado a la muerte.



Atahualpa, desde su camino, nos dice esto, cuando nombra al destino del canto:



"...Nadie los nombrará



serán lo anónimo



pero ninguna tumba



guardará su canto."



"...es bueno saber que lo folclórico es un comportamiento vivo y dinámico, en constante estado de transmisión..., de "tradicionalidad", pero cuidado, tradicionalidad que "se mueve" para llegar de un tiempo y un lugar a otro."







En nuestro diario hablar, folclore, es una palabra que da nombre a algo, la hemos recibido y la empleamos cargándola de un significado que cada uno tenemos incorporado y simbolizado en nuestra mente.



Esta carga significativa tiene que ver con nuestra historia personal y social, con nuestras vivencias. Tiene que ver con la manera en que hemos incorporado este concepto, a través de la educación familiar, de la educación institucional; de lo artístico, de lo emocional, de lo intelectual. Qué vivencia nos incorporó esta palabra y su significación en nuestro mundo simbólico.



Desde lo histórico, podemos informar que la palabra "folklore" fue creada por los románticos en Inglaterra; allí nació, en un contexto cultural del "mirar hacia atrás" (Romanticismo).



Pero, ojo, esto no nos dice que allí nació el folclore. Allí surgió la palabra que vino a dar nombre a algo que ya existía. ¿Solo a algo? o ¿a algo más? o ¿mucho más?



Analicemos; Whilliams Thoms, inglés recolector de antigüedades, creó esta designación juntando dos voces sajonas: "folk"= pueblo, y "lore"= sabiduría. "Sabiduría popular", "sabiduría del pueblo". No es poca cosa amigos.



Esto sucedía por 1846, un 22 de agosto, por tal razón se celebra en esta fecha el Día Internacional del Folclore.



Sabiduría del pueblo, nacida sin ser dirigida, sin ser programada, nacida por ser "necesaria", fluyendo de la intercomunicación del hombre e imprimiendo profundos sentimientos de pertenencia e identificación.



Para ahondar en estos comportamientos culturales, existe una metodología de investigación, un marco teórico; existe, por lo tanto, la ciencia del Folclore o la Folclorología.



Claro, entendemos entonces que es mucho más: es una palabra, un hecho cultural, una ciencia, y un comportamiento social.



Por lo tanto, cuando nos referimos a un hecho folclórico, debemos hacerlo desde una contextualización del fenómeno, de lo contrario, lo estamos "cosificando", "deshumanizando". El hecho en sí mismo no nos explica nada, no tiene funcionalidad; el folclore "desde el folclore mismo", desde el "folclorismo" no nos dice nada, está alejado del hombre que lo generó. La memoria del hecho está en su contexto histórico, social, político.



Esta palabrita de amplia significación, creada por don Guillermo Thoms, rotula a comportamientos culturales poseedores de determinadas



características que los distingue de otros hechos culturales. A su vez, la misma, da nombre a la ciencia antropológica social que estudia estos hechos culturales particulares.



La ciencia y su objeto de estudio se denomina de la misma manera, por tal razón, entre los estudiosos se ha acordado usar la mayúscula (Folklore) cuando se quiere hablar de la ciencia y la minúscula (folklore) cuando se trata del comportamiento socio-cultural (el material u objeto de estudio) .



Entonces, entendemos también, por qué razón desde otros planteos teóricos se postula la voz Folclorología para esta disciplina de estudio.



Lo de la "c" o la "k" para escribirla, se debe a que esta voz inglesa, folklore, pronunciada en inglés, pierde fonéticamente la "e" (folklor) como mucha gente, aún, la pronuncia; y a que esta voz, castellanizada, cambia la "k" por la "c".



Más allá de estas cuestiones teóricas, que se podrán ir profundizando progresivamente, es bueno saber que lo folclórico es un comportamiento vivo y dinámico, en constante estado de transmisión... ,de tradicionalidad", pero cuidado, tradicionalidad que "se mueve" para llegar de un tiempo y de un lugar a otro.



Por eso podemos mirar desde esta puerta temporal, y generar conocimientos y emociones a través de lo pedagógico y lo artístico.



Claro está, que también, de todo lo que hablamos anteriormente se desprende una proyección, una manera premeditada de expresar ideas y estéticas desde el arte, el arte criollo.